Cursos de portugués en Caracas (Venezuela) : La importancia del portugués

LENGUA PORTUGUESA : PERSPECTIVAS PARA EL SIGLO XXI

Por MARIA JOSÉ STOCK
PRESIDENTE INSTITUTO CAMÕES

Por iniciativa del Consejo de Europa y de la Unión Europea se celebra a lo largo del año 2001 el Año Europeo de las Lenguas. Este acontecimiento supone un incentivo suplementario para la reflexión en torno al papel que desempeñará el Portugués a escala mundial durante el siglo que ahora comienza.

Este ejercicio prospectivo reviste una particular utilidad en la medida en que las cuestiones lingüísticas constituyen uno de los temas de debate de mayor actualidad en el seno de los organismos internacionales relacionadoscon la educación y la cultura, en particular la UNESCO y el Consejo deEuropa.

Dada la función crucial que las lenguas desempeñan en la génesis de las culturas, se comprende mejor la creciente importancia que el tema de la defensa del patrimonio lingüístico -asociado a preocupaciones contemporáneas en los dominios de la preservación de la biodiversidad y la diversidad cultural- ha venido adquiriendo, tanto en los medios científicos como en instituciones internacionales diversas.


1. Diversidad Lingüística

Las estadísticas más recientes presentan estimativas diferentes, aunque sí coinciden, por lo general, en señalar un número de lenguas vivas superior a las 6.000. Más precisamente, y de acuerdo con los últimos datos presentados por la UNESCO, ascienden a 6.700. La distribución de las lenguas vivas por áreas geográficas revela, en primer lugar, que Europa posee el menor número de idiomas: 225, lo que corresponde a tan sólo un 3,4 % del total; sin embargo, y paradójicamente, es el continente donde las preocupaciones sobre su preservación surgen con mayor ímpetu. En segundo lugar, ello demuestra que la mayoría de las lenguas se concentra en países en vías de desarrollo, pertenecientes a los continentes asiático (32%) y africano (30%).

La gran diversidad lingüística oculta, no obstante, una enorme disparidad entre idiomas, en la que cabe desde lenguas con cerca de 900 millones de hablantes hasta otras cuya expresión se reduce a menos de 20 individuos. Según los cálculos más recientes, 600 lenguas cuentan con más de 100.000 hablantes, mientras que existen 500 confinadas a apenas 100. Muchas lenguas africanas, asiáticas y americanas se encuentran en peligro de extinción, estando comprobado, de acuerdo con las últimas estimativas, que 25 lenguas desparecen anualmente, lo que supone un ritmo de una cada quincena.

En el análisis de los factores que contribuyen a poner en riesgo la existencia de una lengua se verifica la importancia correlativa de su localización geográfica (mayor riesgo en Asia y África), el estadio de desarrollo de los respectivos países y el estatuto minoritario de numerosas comunidades frente a poderosos idiomas oficiales. A título de ejemplo, podrían citarse los casos de estados con más de 200 lenguas: Papúa-Nueva Guinea (850), Indonesia (670), Nigeria (410), India (380), Camerún (270), México (240) y la República Democrática del Congo (210).

Cuando una lengua desaparece no sólo muere una creación humana más, sino toda una forma de expresar una concepción del mundo, un modo de expresar una determinada relación con la naturaleza, una tradición oral, una poesía, en fin, toda una cultura, lo cual acaba por acentuar el empobrecimiento global de la Humanidad.

Así pues, deberán ser los estados, las regiones, las sociedades y las organizaciones cívicas y culturales, con el apoyo de los organismos internacionales, los que adopten las medidas oportunas para la salvaguarda de las lenguas, una vez que estas constituyen un patrimonio de un valor inestimable y desempeñan un papel primordial en la preservación de la identidad de numerosas comunidades amenazadas en diversos continentes, además de factores imprescindibles para garantizar la diversidad cultural.

Portugal ha adoptado recientemente algunas medidas encaminadas en esa dirección. Ha reconocido el estatuto de lengua cooficial del mirandés (Ley n.º 7/99, del 29 de enero), normalizando su enseñanza dentro del sistema público (Decreto n.º 35/99 del 20 de julio del Ministerio de Educación) y desencadenando los mecanismos necesarios para suscribir la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, aprobada por el Consejo de Europa en 1992.


2. Lengua Materna

Los sucesivos avisos de lingüistas y otros expertos en ciencias sociales, así como de organizaciones internacionales y de autoridades gubernamentales de diversas partes del mundo, han venido destacando, de manera cada vez más intensa, la función crucial que desempeñan las lenguas maternas en el desarrollo de la creatividad humana, de las capacidades de comunicación, de la elaboración de conceptos y, sobre todo, su papel como factor primordial de la identidad cultural. Estas preocupaciones han encontrado eco en la Declaración de los Derechos Lingüísticos (DUDL), aprobada en Barcelona el 6 de junio de 1996, durante el transcurso de la Conferencia Mundial de los Derechos Lingüísticos.

Con el objetivo de contribuir a preservar la diversidad cultural y a proteger el patrimonio inmaterial de la Humanidad, la 30ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO, realizada en 1999, deliberó celebrar anualmente, el 21 de febrero, el Día Internacional de la Lengua Materna.

La primera edición de esta iniciativa tuvo lugar en el año 2000. En esa ocasión, Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, destacó la necesidad de preservar las lenguas locales en esta era de globalización en que algunas lenguas se han convertido en lenguas globales. Por su parte, Koichiro Matsuura, Director General de la UNESCO, hizo hincapié en la importancia fundamental y duradera de la lengua materna, que "alimenta, desde la más tierna infancia, los pensamientos más íntimos".

El portugués ocupó, hasta comienzos del siglo XX, una posición relativamente modesta entre las lenguas maternas más importantes del mundo. Puede decirse que sólo a partir de las primeras décadas del siglo pasado comenzó a obtener una posición de cierto relieve, una evolución que ha ido acentuándose progresivamente.

Las estimativas relativas a las 100 lenguas maternas más habladas en el mundo, divulgadas en 1999 (colocaban el portugués en sexta posición, atribuyéndole un total de hablantes que rondaba los 170 millones. Así pues, se constata que, entre las diez lenguas maternas con mayor expansión en el planeta, sólo aventajan al portugués el chino (mandarín), el español, el inglés, el bengalí y el hindi, y que, entre las lenguas europeas, el portugués ocupa la tercera posición, aunque cuenta con un número de hablantes semejante al ruso.

El cruce de estos datos con elementos ofrecidos por la geografía y la demografía permite concluir que sólo las tres lenguas maternas europeas más importantes a escala mundial -español, inglés y portugués- cuentan con un número de hablantes superior en países terceros que en sus respectivos espacios originales, y que, en los tres casos, esos espacios se sitúan en el continente americano: México, Estados Unidos y Brasil, respectivamente. Por su parte, la tres lenguas orientales más importantes no poseen el estatuto de lengua materna en estados localizados en otros continentes. Se puede afirmar, pues, que las tres lenguas europeas citadas han encontrado en las antiguas colonias americanas poderosos vehículos para su expansión planetaria, superando en gran medida a sus antiguas metrópolis.

La publicación de los datos referentes al año 2000 aúpa al hindi, como consecuencia de las correcciones introducidas con respecto a cálculos anteriores, a la posición de segunda lengua materna mundial, a la par que confirma las sólidas tendencias ascendentes del español, del inglés, del bengalí y del portugués. Habría que reseñar también que nuestra lengua se ha consolidado en esa sexta posición, mientras que el ruso -al que se le asignaba un número semejante de hablantes- ha registrado una inversión en su tendencia de crecimiento, motivada por la desintegración de la Unión Soviética, un acontecimiento histórico que, desde el punto de vista lingüístico, provocará modificaciones aún más visibles en las próximas décadas.

A pesar de que, con respecto al portugués, las últimas estimativas del Ethnologue. Languages of the World se hyaan aproximado significativamente a la realidad, todavía se mantiene una apreciación algo cicatera. De acuerdo con los datos suministrados por las instituciones responsables por el censo general de población de los países de lengua oficial portuguesa, podemos señalar, partiendo de presupuestos intencionalmente cautelosos para así minimizar el margen de error, una cifra del orden de los 183 millones de hablantes de portugués como lengua materna, distribuidos, por orden decreciente de importancia entre los continentes americano, europeo, africano y asiático.

Los resultados preliminares del censo de 2000, divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística ( arrojan una estimativa de 170 millones de habitantes en Brasil, con una tasa de crecimiento anual de 1,93. A la cifra global deben restarse los cerca de 320.000 amerindios que poseen lenguas maternas pertenecientes a diversas familias lingüísticas americanas y, por otro lado, un máximo de un millón de emigrantes que posiblemente aún no tenga como lengua materna la de Machado de Assis.

La población portuguesa alcanzó los 10.023.070 habitantes a finales del año pasado, de acuerdo con los datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadística. Ha sobrepasado, pues, y por primera vez en los últimos quince años, la barrera de los 10 millones de residentes, un hecho que se debe no sólo al aumento de nacimientos y a la disminución de defunciones -la tasa de crecimiento está situada en torno al 1,2-, sino también al aporte de la inmigración. Se estima que, del total de residentes en Portugal, unos 300.000, como máximo, no tienen el portugués como lengua materna.

El II Censo General de Población y Vivienda de Mozambique, efectuado en 1997 (ine.gov.mz/censo2/00/brochura/00linguas.htm), revela que, en un universo de 12.536.800 habitantes con edad igual o superior a 5 años, el 6,5 % tiene el portugués como lengua materna, lo que supone un total de 814.892 individuos. Habría que reseñar que se verifica una diferencia acentuada cuando se desglosa del valor global los correspondientes a las áreas rurales y urbanas: mientras que en las primeras ese porcentaje se reduce hasta el 2 %, en las ciudades asciende al 17 %, o sea, que la gran mayoría de ciudadanos mozambiqueños con el portugués como lengua materna se concentra en los núcleos poblacionales mayores. Ilustra bien esta situación el testimonio de un joven escritor mozambiqueño, Nelson Saúte, quien afirmaba recientemente: "mi lengua materna es el portugués, pero la lengua de mi madre, en realidad, es el ronga y la lengua de mi padre el pitonga. Que entiendo y hablo".

Angola es el país africano donde la lengua portuguesa se encuentra más vigorosamente implantada. Los cálculos efectuados por académicos angoleños indican que el portugués es lengua materna del 40 % de la población, estimada actualmente en 12 millones de habitantes. No resulta posible, sin embargo, apoyar estos números con datos estadísticos, debido a los grandes movimientos de población motivados por el conflicto que azota al país. Incluso reduciendo esa proyección a la mitad -por una cuestión de pura prudencia-, supondría, como mínimo, que 2 millones de angoleños tienen "la última flor del Lacio" como lengua materna. Los residentes portugueses en el extranjero, 4.631.482 según las estimativas de 1997, contribuyen de un modo muy importante a la expansión de la lengua de Camões en diversas partes del mundo, particularmente en los Estados Unidos de América, Canadá, Francia, Venezuela, República Sudafricana, Alemania, Suiza y Luxemburgo. Aún habría que destacar el hecho de que, a partir de los años 80, Brasil ha conocido, por primera vez en su historia, el fenómeno de la emigración. Los brasileños residentes en el extranjero ascienden en este momento a 1.374.000, y se encuentran distribuidos de la siguiente forma: 970.00 en América del Norte, 250.000 en Asia (principalmente en Japón) y 127.000 en Europa. Si bien es cierto que un porcentaje de lusodescendientes no cuenta ya con el portugués como lengua materna, por lo que no debería integrar la estadística correspondiente, la contribución conjunta de emigrantes portugueses y brasileños asciende seguramente a, por lo menos, 3 millones.

Los datos aducidos permiten llegar a la conclusión fundamentada de que la estimativa global avanzada anteriormente peca por defecto, tanto más que no se encuentran contabilizadas las contribuciones de tres países de lengua oficial portuguesa (Cabo Verde, Guinea-Bissau y Santo Tomé y Príncipe), o de territorios como Timor Oriental o Macao. El perfeccionamiento gradual de los sistemas estadísticos nacionales de los países de lengua oficial portuguesa permitirá conferir un rigor cada vez mayor al cálculo del número de hablantes de portugués como lengua materna La lengua portuguesa se encuentra, pues, en una posición particularmente ventajosa en el panorama de disputa lingüística que se plantea actualmente a escala internacional, siendo, además, uno de los pocos idiomas que ostenta el estatuto de lengua materna en estados o territorios de cuatro continentes.


3. Lengua global

El portugués es actualmente la sexta lengua materna a escala mundial, lengua oficial de siete estados de tres continentes -y, a corto plazo, de ocho estados en cuatro continentes (con Timor Oriental)-, lengua de trabajo en doce organizaciones internacionales e instrumento de comunicación utilizado diariamente por cerca de 200 millones de seres humanos. La importante posición que la lengua portuguesa ocupa actualmente en el panorama lingüístico mundial no resulta, sin embargo, de la concreción de un programa estratégico de implantación de ese objetivo, dado que Portugal no asoció a su proceso de expansión colonial una política de difusión de la lengua, opción que diverge de la adoptada por otras potencias europeas.

El portugués fue difundido espontáneamente por navegantes, guerreros, mercaderes, marineros y misioneros que, a partir del siglo XV, se fueron desperdigando por los cuatro puntos cardinales, desde Ceuta hasta Japón. La inexistencia de un vínculo entre el proyecto de creación de un imperio y la respectiva componente lingüística le confirió al proceso de expansión de la lengua portuguesa un carácter de diseminación, ese mismo carácter que estaría en el origen de la aparición de diversos criollos en África, Asia y América.

El análisis de la estimativa del número de hablantes de las ocho lenguas europeas principales -desde el siglo XVI hasta el siglo XX- revela que el portugués tan sólo comienza a ganar alguna relevancia durante la última centuria. Hasta 1900 la lengua portuguesa estuvo siempre situada en octavo lugar, si exceptuamos la séptima posición alcanzada durante el siglo XVIII, con 4 millones. Sólo a partir de 1935 el idioma de Camões inicia un proceso sostenido de crecimiento que lo aúpa a la sexta posición (47 millones), dejando definitivamente atrás al polaco y al italiano. En 1992, según las estimativas de los demógrafos Jean-Claude Chasteland y Jean-Claude Chesnais, el portugués sube a la cuarta posición, con 160 millones de hablantes, a consecuencia de la acción simultánea de factores como el crecimiento demográfico brasileño y portugués y los programas de alfabetización implementados a la sazón en los Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa.

Durante los últimos años la consolidación de mutaciones geopolíticas significativas ocurridas en Europa, América del Sur y África Austral ha tenido una repercusión particular en lo que atañe a la utilización de las lenguas. Dentro del continente europeo, la desagregación del Pacto de Varsovia y de la Unión Soviética ha provocado, en muchos estados de Europa Central y del Este, una reducción drástica de la enseñanza del ruso en los respectivos sistemas educativos. El arranque de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC), organización constituida en 1980 que integra a la mayoría de países africanos del hemisferio sur, ha convertido al portugués y al inglés en las dos lenguas oficiales de la región. Finalmente, en América del Sur, la creación, en 1991, de Mercosur ha provocado una alteración significativa en el panorama de la enseñanza de lenguas extranjeras, de la que ha resultado el estatuto de idiomas obligatorios para el portugués y el español. Es precisamente a la luz del nuevo marco de relaciones internacionales derivado del final del período de guerra fría, en el que sobresalen de una forma muy notoria los fenómenos de integración regional, cada vez más intensos, en los cuatro continentes, como mejor podremos analizar las perspectivas para la evolución de la lengua portuguesa en el contexto mundial. Cruzando los datos ofrecidos por las organizaciones de ámbito regional en que el portugués asume la función de lengua cooficial con las proyecciones demográficas de Naciones Unidas hasta el año 2050, llegamos a la conclusión de que nuestro idioma encuentra las mayores potencialidades de crecimiento, como lengua de comunicación internacional, en África Austral y América del Sur.


3.1. África Austral
Los Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa (PALOP) constituyen el cimiento más importante para la expansión del portugués en África. La adopción de la lengua de Camões fue una opción tomada por los movimientos de liberación ya durante el proceso de lucha por la independencia y resultó del reconocimiento de que su utilización redundaría eficazmente en la consolidación de las fronteras políticas y culturales de los futuros países y que, a la par, contribuiría también a fortalecer la independencia y unidad nacional. Claro que en esa decisión pesaron los ejemplos de los procesos de descolonización en el continente africano, pero también la publicación, en 1958, de una obra clásica que resaltaba el papel de la lengua en la construcción de la unidad del Brasil. El fundador del Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), Amílcar Cabral (1924-1973), sintetizó esa corriente de pensamiento al afirmar que "el portugués es una de las mejores cosas que los portugueses nos han dejado".

El potencial de expansión de nuestra lengua en África es extraordinariamente promisorio, sobre todo en el hemisferio sur. Además de los PALOP, cuya población aumentará, según las estimativas de la ONU, hasta 58 millones en el año 2025 y 83 millones en 2050, se registra ya una creciente demanda de aprendizaje del portugués en los diversos sistemas de enseñanza de los países que integran la SADC, y particularmente en la República Sudafricana, Namibia y Zimbabwe. Algo semejante se verifica en varios estados de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA), siendo dignos de destacar, por su especial relevancia, los casos de Senegal (con más de 10.000 alumnos en la enseñanza secundaria y superior), Costa de Marfil y Gabón.


3.2 América del Sur
El reciente proceso de integración regional que ha conducido a la creación de Mercosur está contribuyendo intensamente para el movimiento recíproco de enseñanza de portugués y español en los países miembros. La asociación de este elemento nuevo y dinámico a las proyecciones demográficas revela que existe un vastísimo espacio para un crecimiento exponencial de la enseñanza de la lengua portuguesa en Argentina, Uruguay y Paraguay, con una población global de 44,5 millones de individuos en la actualidad que rondará los 60 millones en 2025 y los 71 millones en 2050. Estas perspectivas se encuentran ya en fase de concretización, de acuerdo con los datos más recientes de que se dispone. En el último trimestre del año pasado, un reportaje del periódico argentino Clarín destacaba que el "portugués, el otro idioma del Mercosur" se enseñaba en institutos de lengua, universidades, escuelas de enseñanza primaria y secundaria, y que eran miles los argentinos de todo el país que lo estudiaban. La enseñanza de nuestra lengua ya es obligatoria en diversas provincias (Formosa y Santa Fé) y la Secretaría de Educación del Municipio de Buenos Aires acaba de iniciar un programa de enseñanza bilingüe en escuelas de enseñanza básica de la capital. Según un sondeo publicado en febrero del año en curso por la Gazeta Mercantil de São Paulo, en un universo de casi 300 escuelas de lenguas argentinas, el portugués ocupaba el segundo puesto entre las lenguas extranjeras, una situación paralela a la que se verifica en Uruguay y Paraguay, aunque también en otros países latinoamericanos no pertenecientes a Mercosur, como Chile, México y Venezuela.

3.3. Otras regiones
En agosto de 2000, el Consejo Nacional de la Resistencia de Timor (CNRT) decidió adoptar el portugués como lengua oficial de Timor Oriental, deliberación que elevará a ocho, en un futuro próximo, el número de estados de lengua oficial portuguesa en cuatro continentes. Se trató de una decisión estratégica llena de simbolismo, confirmada recientemente por el gobierno elegido en las primeras elecciones libres realizadas en el territorio, lo cual permitirá que la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) pase a contar con un estado miembro en el continente asiático.

La implementación del proyecto de los dirigentes timorenses exige un esfuerzo concertado entre los países de lengua oficial portuguesa para que se pueda alcanzar a medio plazo el objetivo marcado. La creación de un estado de lengua oficial portuguesa en Asia favorecerá el aprendizaje del portugués en diversos países del continente, fenómeno que ya se está constatando, por ejemplo, en Indonesia, Filipinas y Vietnam, al tiempo que se registra un crecimiento importante del número de estudiantes en Japón, China y Corea del Sur. Estimulará también el interés por nuestra lengua en Goa, Damán y Diu (India), Malaca (Malasia) y en la Región Administrativa Especial de Macao (China), regiones donde algunos segmentos de la población hablan portugués o criollos de base lexical portuguesa. El desarrollo de las relaciones económicas y culturales, asociado a la presencia de comunidades portuguesas importantes, ha creado condiciones favorables para la expansión de la enseñanza del portugués tanto en la Unión Europea (especialmente en Francia, España, Alemania y Luxemburgo) como en América del Norte (Estados Unidos y Canadá). En diversos países de Europa Central y del Este se verifica un aumento significativo de la demanda de lengua portuguesa, sobre todo en la enseñanza secundaria, siendo de destacar los caso de Rumanía, Hungría, Rusia y Bulgaria. Los elementos disponibles ponen claramente de manifiesto que se esta asistiendo a una creciente afirmación del portugués en la SADC y en el Mercorsur, que irradia a su vez hacia países limítrofes. "Nuestra Magna Lengua Portuguesa", como le llama Fernando Pessoa, revela, pues, una gran vitalidad, una vitalidad de la que resultará, en el transcurso de la primera mitad del siglo XX, un notable proceso de expansión en diversos continentes.
MADRID, febrero de 2003

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